Durante años intentamos encajar: en la vida, en el amor, incluso en nuestra manera de crear.

Hasta que, en algún momento, todo se rompe.

Y en esa fractura aparece una mirada distinta, más honesta y más nítida.

Aivilo nace desde ahí: de una rebeldía silenciosa, del caos que obliga a transformarse y de la capacidad de convertir esa transformación en una visión.

Como cualquier artista, atravesamos ese punto donde lo conocido deja de servir y lo autentico a tomar forma.

No seguimos tendencias; las reinterpretamos, las doblamos o las rompemos si hace falta.

Creemos en un criterio propio: la forma en que hacemos lo que hacemos lo cambia todo.  Cambia la intención, cambia el ritmo, cambia la manera en la que interpretamos tu boda.